Los bloques huérfanos han sido muchas veces un gran problema en las operaciones de Bitcoin y también en las de muchas otras criptomonedas. Aunque son generados casi por accidente, la verdad es que afectan toda la descentralización propia de las criptodivisas.
Quizá te hayas topado con alguno mientras manejabas los fondos de tu wallet. Por suerte, actualmente son muy poco frecuentes. Sin embargo, no está de más que los conozcas para que estés al corriente de cómo actuar ante uno. Por ese motivo, nos dedicaremos en esta ocasión a instruirte sobre el tema.
Los bloques huérfanos son un tipo especial de bloque el cual, a pesar de ser completamente válido, no está contenido dentro de ninguna blockchain en realidad.
Eso significa que se encuentran resueltos o procesados de manera exitosa o correcta, pero quedan desalojados de toda la red de la criptomoneda a la que pertenecen.
El nombre viene de la alusión a que estos bloques carecen de ascendencia. Específicamente, de un bloque padre que sea conocido y aprobado antes que el huérfano.
Existen en los bloques huérfanos un conjunto de características o aspectos claves que sirven de generalidades a su funcionamiento. A continuación vamos a repasar cuáles son:
Un bloque huérfano puede suceder por dos razones. Con mucho esfuerzo se ha logrado limitarlas con varios sistemas de precaución, lo que por fortuna ha conseguido minar casi por completo su posibilidad de ocurrir. Aun así es menester que sepas cuáles son:
Esta es la razón original y principal. Los bloques se convertían en huérfanos debido a que un mismo bloque era resuelto por más de un minero al mismo tiempo, pero uno de los resultantes conseguía ser verificado por los nodos primero que los otros.
Al suceder eso, el resto de los bloques simultáneos quedaba por fuera de la blockchain, y es de ese modo como pasaban a ser huérfanos.
Esta segunda razón es un poco más cuestionable por cuanto implica un ataque informático al núcleo mismo de la blockchain.
Sucede que desde el comienzo muchos hackers intentaban revertir transacciones e intercambios hechos en la red de BTC y de otras criptomonedas.
Desde luego, no cualquiera tenía la capacidad para hacerlo. Principalmente, porque semejante estratagema exigía que el hacker tuviese dominio del poder de hash de la red al menos en un 55%.
Solo de ese modo se lograba invertir la transacción, y en el proceso sucedía que muchos bloques se quedaban fuera de la blockchain, por lo que pasaban a ser huérfanos.
Todo bloque huérfano termina siendo almacenado, al menos durante un breve lapso de tiempo, en una pool. Esta última recibe el nombre de “Orphan Block Pool” (“Pool de Bloque Huérfano”, por su equivalente en español).
Dentro de la Orphan Block Pool, los bloques aparecen enlistados con la observación de que se encuentran fuera de todas las blockchains existentes. Por supuesto, la denominación es temporal.
Esta pregunta ha despertado mucha curiosidad siempre, puesto que atañe a la reutilización de bloques originalmente descartados, lo que podría contribuir a un procesamiento mucho más rápido de las transacciones en las blockchains.
Pues bien, sucede que los bloques que son huérfanos pueden llegar a ser añadidos a una cadena de bloques más adelante, sea cual sea la criptomoneda a la que pertenezcan.
No obstante, es requisito que antes se cumpla una condición, y esta es que el bloque padre (es decir, el que generó el huérfano) sea añadido a la blockchain posteriormente. Su validez hace posible la del otro, que en realidad surgió primero.
Una vez que eso sucede, el huérfano queda automáticamente fuera del Orphan Block Pool y pasa a ocupar un lugar dentro de la blockchain.
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