El mundo está en constante cambio y esta realidad aplica a todos los ámbitos. En cuanto a la economía, hace unas cuantas décadas no estaba en el mismo estado que ahora. Quizá, hace unos 100 años era impensable que se pudiesen realizar transacciones bancarias de manera electrónica, no existía el internet, las comunicaciones se daban de otra manera y ni teníamos móviles.
Ahora, se ha recorrido bastante camino y las transacciones bancarias son más seguras, rápidas y eficientes, pero llega un punto en el que una misma estructura inevitablemente tiende a ser insuficiente y a agotarse. Los usuarios necesitan cada vez más rapidez, seguridad y eficiencia y para algunos la estructura tradicional bancaria se está quedando un poco obsoleta.
De hecho, algunos países se han comenzado a plantear la posibilidad de dejar de lado el uso del efectivo para que todas las transacciones sean de manera electrónica. Este, sin duda alguna es el siguiente paso para la economía mundial. El tema es que no todos los bancos están dispuestos a dar el paso.
Varios de los grandes bancos centrales del mundo están intentando proteger a como dé lugar la estructura tradicional. El objetivo de ello es proteger la economía y mantener los estándares de seguridad altos, pero continuar con esta perspectiva ocasionará que tarde o temprano se vuelvan alternativas obsoletas.
La vida de la estructura bancaria tradicional con las transacciones en línea parecía que tendría muchos más años de los que se plantean ahora, pero la llegada de bitcoin y las criptomonedas han acelerado el deseo de los usuarios por tener nuevas alternativas. En cuanto a esto, el Banco de Pagos Internacional ha dado un consejo y es que cuando antes los bancos centrales deben ingresar al sistema de pagos digitales para mantenerse al día con la innovación.
El pasado 10 de septiembre un funcionario del Banco de Pagos Internacional envió un claro mensaje a los principales bancos centrales del mundo. En ese mensaje comentaba que estos deberían comenzar a promover sus propios proyectos de moneda digital. Esto evitaría que se quedaran atrás intentando mantener los pagos privados a los que se han arraigado.
A manera de contexto, desde la pandemia, el sistema de pagos digitales se ha hecho cada vez más popular. Durante mucho tiempo no se utilizaron más que transacciones digitales para comprar todo lo que las personas necesitaban. Mientras esto transcurría, Facebook también lanzó una moneda estable llamada Diem y las transacciones digitales se hicieron cada vez más comunes.
Durante la pandemia muchos países se dieron cuenta de la situación y comenzaron a cuestionar cuál era el futuro del efectivo en sus países. En ese momento fue cuando notaron que se estaban quedando algo atrás en la innovación. El director del Centro de Innovación de Banco Central Europeo comentó que algunos de los principales bancos centrales están bastante atrasados en innovación, pero aún no es demasiado tarde para comenzar.
Para el director, es el momento de trabajar y acelerar el diseño de proyectos que involucren monedas digitales de los bancos centrales. Desarrollar una moneda como esta no es nada sencilla, un proyecto de esta envergadura puede tardar en promedio unos 5 años en completarse, un tiempo similar al que ha tardado el RMB Digital en estar listo.
Quienes consideraban que las criptomonedas no iban a tener demasiada repercusión, está claro que se han equivocado. En muchos países las monedas digitales circulan de manera competitiva con las monedas estables y algunos inversores han decidido optar por las alternativas digitales antes que por las alternativas tradicionales.
En este punto se trata de innovar o quedarse en el pasado y quedarse en el pasado significa tener pérdidas importantes y desaprovechar oportunidades. Uno de los principales conflictos que tienen algunos reguladores y los bancos centrales es que una moneda digital pueda sustituir a la moneda fiduciaria.
Si los bancos centrales desarrollan sus propias monedas estarían ofreciéndoles a los usuarios una alternativa mucho más eficiente para realizar transacciones, se protegería la moneda nacional pues se seguiría utilizando pero de forma digital y los beneficios pueden ser bastante importantes.
La idea de que los bancos centrales desarrollen monedas digitales es cada vez más común. Algunos bancos como el de Reino Unido, y Estados Unidos han comenzado a considerar la posibilidad de lanzar una moneda digital, pero solo un banco central en el mundo, el de China, ha decidido dar el paso.
De hecho, el Banco Central Europeo ha aprobado el pasado mes de julio el proyecto de euro digital. Este permite que se inicie la fase de investigación del proyecto, lo que es el primer paso para que en algunos años se realice el lanzamiento de la criptomoneda. Está claro que el futuro de la economía es digital, así que los bancos deberán tomar acciones para mantenerse al día con la innovación.
Fuente: CN Reuters
0 comentarios