Las criptomonedas que asechan el mercado financiero internacional siguen su tendencia creciente en todo el mundo, lo cual ha despertado una gran preocupación en bancos, entidades financieras y los principales bancos centrales.
Si bien el principal motivo por el cual los inversores apuestan a las criptomonedas es por su gran nivel de escalabilidad, muchos usuarios optan por recurrir a las monedas digitales sin regulación central debido a la gran facilidad al momento de realizar pagos electrónicos, y su aceptación a nivel internacional.
Los principales bancos de todo el mundo optan por seguir una estrategia bastante similar en su lucha contra las criptomonedas: apostar por los métodos de pago. Aprovechando nuevas tecnologías y el creciente interés por parte de sus clientes a realizar pagos de forma electrónica, desprendiéndose del dinero en efectivo, los principales bancos del mundo ofrecen nuevas herramientas que facilitan la forma de pagar productos y servicios.
Una de las características principales de las criptomonedas es su existencia digital, lo cual obliga a los inversores a operar de manera electrónica. El surgimiento de estas nuevas monedas digitales ha cambiado la forma de ver de los consumidores, quienes se acostumbraron a operar a través de Internet en todas sus transacciones.
Para comprar o vender criptomonedas debemos contar con un monedero o Wallet virtual que nos permita almacenar de forma segura y transferir unidades o fracciones de nuestra criptomoneda a otros usuarios sin demora alguna, sin importar si nos encontramos en un horario habilitado según el mercado financiero internacional o si cumplimos con ciertos requisitos.
Los métodos de pago han evolucionado aceleradamente durante los últimos años, impulsados principalmente por el surgimiento de las criptomonedas y nuevas tecnologías que ayudaron a aceitar el proceso de transacción. Este crecimiento también ha generado grandes cambios, como la mayor valorización de plataformas de pago establecidas y el surgimiento de nuevas formas de pago.
Los métodos de pago que ofrecen los principales bancos del mundo se caracterizan por invitar a sus clientes a operar a través de plataformas simples, muchas de las cuales incluso actúan como billeteras vituales o Wallets, emulando a las que se requieren para almacenar y transferir criptomonedas como el Bitcoin.
Los bancos estudiaron el creciente interés de los usuarios por contar con monederos virtuales a través de los cuales se logre almacenar dinero y a su vez llevar un registro de las transacciones realizadas, tanto en el pago de productos y servicios, como así también en el envío de fondos a otros usuarios.
Esta estrategia emulada por bancos de todo el mundo no es más que una forma de luchar contra las criptomonedas que cuentan con gran aceptación a nivel mundial por facilitar enormemente las transacciones, aunque a diferencia de las billeteras virtuales de los bancos, las monedas digitales cuentan con ciertas ventajas que aún no lograron superar las principales entidades bancarias, como el bajo o nulo costo de transacción, la rapidez en las transferencias, la posibilidad de no demostrar el origen de los fondos y la rapidez de habilitación de una nueva billetera virtual.
Algunos bancos, conscientes de las desventajas que tienen sus métodos de pago con respecto a las billeteras virtuales que utilizan los usuarios de criptomonedas, comienzan a flexibilizar los requisitos de alta, como así también ofrecen una reducción significativa en las comisiones que cobran a los usuarios por cada una de las transacciones realizadas, lo cual ha despertado mayor interés por parte de los usuarios que optan por recurrir a este tipo de métodos de pago para lograr realizar transferencias de manera ágil y depositar su dinero de manera segura, uno de los principales objetivos de los bancos.
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