El mercado criptográfico ha estado enfrentando uno de los momentos más difíciles en su historia durante este año. Los días maravillosos de altos precios han quedado en el pasado, pero los problemas no terminan, porque los datos aseguran que el nivel de estafas de criptomonedas ha aumentado considerablemente durante este año.
Y aunque las estafas de inversión o utilizando criptomonedas no sean la única, o la principal actividad del mercado, no podemos negar que con el paso de los años los niveles de esta clase de actividades ilegales han aumentado. Es evidente que con el crecimiento del mercado también han crecido las maniobras de estafas, el gran problema es que con los años la situación se ha vuelto cada vez más seria.
Gran parte del problema tiene que ver con el desconocimiento de las criptomonedas. Muchas personas alrededor del mundo no tienen ni la más mínima idea de cómo funcionan, además no son conscientes de que es posible que los estafen al realizar inversiones. Es por ello que los infractores han utilizado las criptomonedas como un medio ideal para esta clase de crímenes.
Ya Estados Unidos ha avanzado bastante en información, así que muchas personas saben a qué atenerse cuando de inversión a criptomonedas se refiere. Pero hay otros lugares en el mundo, como es el caso de Australia, que el conocimiento sobre criptomonedas para un grupo de la población es menor, así que deciden invertir o hacer transferencias con criptomonedas de manera inocente, sin saber que en realidad son parte de una gran estafa.
Tal como aseguran los datos más recientes publicados por Scamwatch, los ciudadanos australianos, hasta el momento continúan siendo los blancos más fáciles para las estafas que tienen que ver con inversión y otras actividades con criptomonedas. Según estos datos, los australianos han perdido unos 242,5 millones de dólares australianos, y esta cifra es solo del 2022.
De acuerdo con los datos recogidos entre el mes de enero y julio del presente año, la mayoría del dinero que se ha perdido en estafas en Australia, ha estado relacionado con estafas de inversión de criptomonedas. Además, se ha determinado que los estafadores han utilizado el gancho del amor para conseguir nuevas víctimas y también el sistema clásico de esquema Ponzi.
Si comparamos cuánto ha crecido el número de estafas de criptomonedas en Australia, con respecto a los datos del año pasado, nos damos cuenta de que ha aumentado un 36%. Durante todo el año 2021, en Australia solo se registraron 178.2 millones de dólares australianos en estafas de inversión con criptomonedas. Y en el 2022 en solo 7 meses del 2022, la cifra ya ha alcanzado la meta anterior y ha crecido mucho más.
Es evidente que la perspectiva de los próximos meses no es demasiado positiva. Se espera que las estafas de inversión con criptomonedas puedan seguir creciendo durante lo que resta de año y llegar a un tope de 300 millones de dólares australianos, y en el peor de los casos la cifra podría ser mucho mayor.
En medio de la turbulencia del mercado, la situación con las estafas de criptomonedas y de inversión se han dejado un poco de lado. Pero tal parece que los defensores de los consumidores han comenzado a instar a los bancos a que asuman una posición mucho más responsable en frente del fraude de criptomonedas.
Lo que han postulado es que los bancos del país tienen el deber de verificar los datos del destinatario de las transferencias. Estas deben coincidir con datos de usuarios reales, para así tener una pista de a quién y a dónde va el dinero que se transfiere. Si se conocen estos datos, se espera que las estafas de criptomonedas se reduzcan.
Uno de los más grandes errores que pueden cometer los países es minimizar los riesgos que pueden tener las estafas, y sobre todo las de criptomonedas. Si se intenta replicar un sistema de control centralizado, a un tipo de activo descentralizado como las criptomonedas, es más que evidente que el fracaso está bastante cerca.
Para algunos analistas, un sistema en el que los usuarios tienen la responsabilidad de prevenir el fraude de cualquier clase en realidad no está funcionando, y los datos lo reflejan. En estos casos, lo correcto sería transferir la responsabilidad a los bancos, que estos al final del día pueden acceder a mayor información clasificada que puede proteger a los consumidores.
Por ello es que parece que las autoridades del país han comenzado a intensificar la revisión de las criptomonedas. Con el crecimiento de las estafas y los piratas informáticos, es más que necesario que el gobierno y los bancos hagan algo. Es por esto que el pasado domingo el comisionado de la Comisión de Valores e Inversión, le comentó a los inversores que las criptomonedas podrían representar riesgos extremos, y por ello es que hay que invertir con consciencia.
Hasta ahora no se sabe mucho más sobre qué pretende hacer Australia con este problema, pero es bastante probable que pronto sepamos más acerca de algunas restricciones o nuevos controles para el mercado.
Fuente: FX Street
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