Ahora más que nunca el mercado criptográfico está siendo observado atentamente por los reguladores. Cada una de las irregularidades que tenga es una oportunidad para señalar y reforzar los puntos negativos del mercado criptográfico y recientemente han sucedido cosas que pueden afectar directamente al mercado.
Según datos recientes, la policía de Malasia y la compañía de electricidad local, Sarawak Energy, se unieron para realizar una operación en conjunto. Producto de ello se confiscaron 1.069 máquinas de minería de bitcion. Pero lo que ha llamado más la atención no ha sido que hayan confiscado las máquinas, esto ya lo hemos visto en el pasado y en otros países.
Lo que sí ha sido todo un espectáculo para ver es que la policía de la localidad colocó todas las máquinas de minería que se habían confiscado en el estacionamiento de la estación de policía y utilizaron una máquina apisonadora para aplastarlas todas por completo, aparentemente para que nunca más sean utilizadas y para enviar un mensaje claro a los infractores.
Según información ofrecida por Hakemal Hawari, quien es subjefe del departamento de policía de la localidad en la que ocurrieron los hechos comentó que el operativo se realizó luego de que se tuviese la sospecha de la existencia de los mineros de criptomonedas. En este caso, el crimen no ha sido minar, sino robar electricidad para ello.
Tal como reflejaron los datos emitidos por Sarawak Energy, la compañía que tenían los infractores, se había robado electricidad por unos 2 millones de dólares. Lo que puede elevar considerablemente el valor de la condena, en el momento en el que se procese a los acusados.
El robo de 2 millones de dólares en electricidad podría parecer sorprendente, pero la verdad no lo es tanto. En condiciones normales, tener una factura por 2 millones de dólares es prácticamente imposible, pero con la minería se puede llegar a eso y más en cierto periodo de tiempo. El motivo de ello es que la minería de criptomonedas es un proceso que consume gran cantidad de energía para crear nuevos bitcoins. Cuando se mina, las máquinas están resolviendo problemas matemáticos bastante complejos con ordenadores especializados. Y en el proceso, el uso de electricidad es hasta cierto punto desmedido.
En este caso, se presentan diversos problemas, el primer de ellos claramente es el robo de electricidad que representa pérdidas para la compañía, pero la seguridad también es un problema. Las granjas de minería que roban electricidad, no cuentan con una fuente de alimentación adecuada para el consumo eléctrico de la minería, por lo cual se pone en peligro la fuente de alimentación local.
Si la fuente de alimentación no tiene la capacidad para minar, se pone en riesgo a todas las personas de la zona. De acuerdo con esto, la minería de bitcoin con electricidad robada ha provocado que 3 casas de la ciudad de Miri en Malasia se hayan quemado.
Bitcoin es una de las criptomonedas que más cuesta minar, por lo cual tiene una alta demanda de energía. Este consumo tan alto de energía ya ha traído problemas en el pasado. Hace algunos meses Elon Musk retiró el apoyo que le había dado a bitcoin porque era muy perjudicial para el medio ambiente. Luego, China prohibió la minería de bitcoin y cerró los principales centros de minería en el país.
En Malasia, y en menor escala que en China, la policía local está realizando redadas para detener la minería de bitcoin. Desde el mes de febrero a abril de este año se realizaron unas 6 redadas y se destruyeron un total de 1,26 millones de dólares en equipos de minería de criptomonedas. En condiciones normales, se pudieron vender la máquinas como cuando se confiscan otros bienes, pero por una orden del tribunal se le ordenó a la policía que destruyera los equipos de minería, que podría ser un método para acabar con la minería, aunque sea muy diferente a lo que hacen en otros países.
Algo importante que hay que tomar en cuenta sobre Malasia y la minería de criptomonedas, es que en este país esta actividad no es ilegal. En los casos anteriores, las operaciones policiales se han hecho porque se ha robado electricidad y el país tienen regulaciones bastante específicas sobre el tema. El artículo 37 de la ley de suministro de electricidad estipula que la manipulación indebida de cables de electricidad puede tener una sanción de unos 100.000 ringgits que son aproximadamente 24.000 dólares estadounidenses o 5 años de prisión. El asunto es que las actividades de minería ilegal en el país son cada vez más recurrentes. Según un estudio realizado por Cambridge Alternative Finance Center, Malasia representa el 3,44% de la minería de bitcoin en el mundo encontrándose entre los 10 primeros, así que es probable que la minería ilegal continúe sucediendo.
Fuente: Finance Now
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