El mercado criptográfico, ahora más que nunca necesita adaptarse para sobrevivir. Y en ese proceso de adaptación es inevitable buscar otros lugares en los que encontrar sitios seguros para desarrollar actividades con criptomonedas. Es por ello que en el mes de julio de esta año, Rockdale, un pequeño y apartado pueblo de Texas con una población de poco más de 5.000 habitantes ha recibido algunas llamadas importantes.
Las llamadas recibidas fueron atendidas por King, quien es el alcalde de la localidad y al momento de recibirlas se sorprendió, pues lo que se le proponía podría ser algo bastante positivo y en igual medida, algo terrible. Sin duda alguna era un problema por resolver. El hecho es que quienes realizaban las llamadas era un grupo de mineros de criptomonedas de origen Chino.
Desde que China prohibió la minería de criptomoneda en el país y cerró las granjas de minería los mineros han tenido que buscar nuevos lugares. Debemos recordar que China, hasta hace unos meses era el país con mayor actividad minera del mundo, la mayor parte de bitcoin se generaba allí, pero ahora todo se ha perdido.
Cuando las prohibiciones se hicieron oficiales, los mineros han estado en la búsqueda de un nuevo sitio. Se han pasado por Kazajstán, Canadá y otros lugares que podrían brindarle un lugar seguro. Pero el problema es que los mineros ya no tienen lugar en donde minar y deben buscar un sitio rápido y Texas puede ser la solución.
Durante las llamadas los mineros le preguntaban al alcalde sobre las áreas adecuadas para colocar las nuevas granjas de minería. Pero el alcalde de la localidad a la que pretenden mudarse los mineros no está del todo convencido sobre ello.
Que los mineros de China decidan emigrar y colocar las granjas en otros sitios supone un conflicto para los lugares que están buscando. No todos los sitios están preparados para afrontar una carga de energía eléctrica como la que demanda la minería. Sobre todo si hablamos de la de bitcoin, que el consumo de energía es bastante alto.
Según estadísticas presentadas por la Universidad de Cambridge, el consumo de energía anual para la minería de bitcoin alcanza los 133,68 teravatios hora y 1 teravatio hora equivale a mil kilovatios hora de electricidad. Si comparamos esto, con el equivalente de consumo eléctrico anual de algún país pequeño como Suecia o Malasia es bastante similar.
Y la energía no es el único conflicto, el dinero también es otro tema. La cantidad que se puede gastar en energía es abismal. Esto trae consigo problemas ambientales y este es uno de los motivos por los cuales muchos países no están seguros de si deberían aceptar granjas de minería de bitcoin en el país.
El asunto es que Texas es uno de los destinos más atractivos en cuanto a minería pues la electricidad en esta ciudad es una de las más bajas del mundo. Teniendo en cuenta esto, los mineros podrán cerrar acuerdos de compra, recibir buenas ganancias de la minería y reactivar el mercado criptográfico.
Sin el apoyo de los reguladores, es prácticamente imposible crear un centro de minería en Texas. Es en el caso del gobernador Greg Abbott, a inicios de mes de junio firmó un documento legal sobre las criptomonedas y la industria emergente. Con cierto apoyo del gobernador, es probable que el asunto de instalar las granjas de minería esté completo y sea bastante sencillo.
Esto a nivel macro, pero en cuanto a la localidad de Rockdale y al alcalde, hay algo de angustia. Pero las cosas se han acelerado. Los mineros han compra diferentes propiedades en toda la ciudad, el asunto es que esta localidad no está preparada para una alta demanda de electricidad como la de minería.
Esto quiere decir que probablemente se pueda minar, pero por muy poco tiempo. Los cableados y la infraestructura de la localidad no tiene las condiciones para resistir una demanda de energía como esa, por ello es que se necesita adaptar el servicio eléctrico a las nuevas necesidades, para así evitar la sobrecarga eléctrica, apagones e incendios.
Pero aunque hay algo de miedo, también hay esperanza, pues King ha decidido apostar por el futuro de la ciudad. Que los mineros de criptomonedas se muden a la localidad puede ser algo positivo. Pero para que esto suceda, es necesario prepararse. El problema es que ahora serán unos cuantos mineros y estos atraerán a muchos más y no se sabe con certeza si este lugar o Texas entera esté preparado para una alta demanda y para reactivar la minería de criptomonedas en todo el mundo desde ese estado. Además, se está a la espera de nuevas medidas regulatorias en Estados Unidos que podrían cambiar las cosas.
Fuente: HK JRJ
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