La situación del mercado criptográfico durante las últimas semanas ha sido una de las menos favorecedoras en los últimos meses y años. De hecho, algunos comparan esta situación con la de junio del 2011. El hecho es que las cosas sin duda alguna han cambiado y puede que no sean como antes de esta última caída, pero no debemos dejar de lado que los inversores siguen interesados en las criptomonedas.
Luego de que China aumentara considerablemente la represión en contra de las transacciones de criptomonedas el mercado tuvo un claro declive. Una gran cantidad de inversores liquidaron sus posiciones y a esto se le sumaron las declaraciones emitidas por Musk, el popular multimillonario y CEO de Tesla.
El hecho es que los comerciantes de criptomonedas comenzaron a utilizar plataformas de venta libre, lo que ha dificultado el seguimiento de las transacciones de activos digitales. Según los datos emitidos por medios internacionales, desde que se prohibieron los intercambios de criptomonedas en China en el año 2017 los comerciantes han optado por alternativas que le den la vuelta a la situación.
Si el gobierno no les deja invertir y realizar transacciones con activos digitales, pues hay otras maneras, un tanto más tardadas, pero efectivas de utilizar criptomonedas, y es con las plataformas de venta libre. Estas plataformas mostraron una venta masiva y reflexiva al principio, pero en este momento se ha recuperado de forma constante.
Está claro que la inversión en criptomonedas en China ha sufrido cambios y caídas importantes. En este caso, el cambio de RMB a Tether en el periodo en el que se anunciaron las restricciones cayó un 4,4% pero los datos más recientes revelan que se ha recuperado a más de la mitad de lo que se perdió en el pasado. Esta es una clara demostración de que la apuesta de los inversores, aunque no es tan sólida como en el pasado, podría recuperarse.
Si hay algo que le gusta a los gobiernos como el Chino es el control. La manera en la que se enfoca una regulación emitida por un país como Estados Unidos no será igual en ningún momento a la manera en la que la haga el gobierno Chino. Es por ello que se han comenzado a tildar las medidas de intensificación de las transacciones de criptomonedas como represivas.
La idea de esta regulación como una medida de represión en respuesta a una búsqueda de una nueva alternativa económica es clara. A China no le conviene que sus ciudadanos tengan otra opción para realizar transacciones que no sea su propia moneda o el RMB digital que pretenden sacar. Durante los últimos 6 meses cuando el aumento del valor de criptomonedas como bitcoin se ha hecho mayor, la preocupación del Partido Comunista Chino ha sido cada vez mayor.
El argumento principal que manejan es que les preocupa que las criptomonedas sean utilizadas para el fraude, lavado de dinero y que los inversores terminen perdiendo gran parte, si no es que todas sus inversiones. Pero la moneda siempre tiene dos caras, partiendo del hecho que el control es una característica principal del modelo de gobierno que impera en China, el estado necesita asegurarse de qué cantidad de dinero tienen los ciudadanos y en qué utilizan el dinero. Y esto no es posible con las transacciones de criptomonedas que son difíciles de rastrear, por lo cual es casi imposible para el estado cumplir con la prohibición, al menos al 100%.
La posibilidad de que el mercado criptográfico se recupere siempre está latente, al menos en los optimistas de las criptomonedas. Cuándo suceda esto y de la manera en la que se presente puede variar, y en este caso, aunque el panorama no sea el más favorecedor, las posibilidades no son tan bajas como se espera.
China es uno de los mercados criptomonedas más importantes en el mundo. Desde la minería al número de transacciones que se realizan allí marcan la pauta para los demás mercados y que el propio gobierno, aunque haya prohibido las transacciones de criptomonedas, no pueda cumplir esta prohibición a cabalidad, hace que los entusiastas de criptomonedas a nivel mundial tengan algo de alivio.
Lo que ha sucedido hace algunas semanas no parece ser otra cosa que algo de turbulencia en el mercado que es bastante habitual. Cuando se anunció la prohibición los inversores tuvieron mucho temor por perder sus inversiones y esto provocó que se hiciera una venta masiva, tanto que el mercado criptográfico general se redujo más de lo esperado.
Algunas de las declaraciones de las pérdidas son realmente devastadoras. Charles, un consultor de bienes raíces de Shanghai, aunque dijo que no le importaba esta situación sí había tenido pérdidas importantes. Este aseguró que había estado comprando criptomonedas desde el 2017 y con esta caída había perdido 11 millones en solo 3 días. Para Charles, es probable que obtenga ganancias similares en los próximos meses, pero lo que más le importa es la perspectiva de las criptomonedas en los siguientes 10 o 20 años.
Fuente: ZaoBao
0 comentarios